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Ecuador Ecuador · Guayaquil
Voto de Juan Carlos:
9
Comedia. Romance. Drama Cal Weaver (Steve Carell), cuarentón y puritano, tiene una vida perfecta: un buen trabajo, una bonita casa, unos hijos estupendos y está casado con su novia de la adolescencia. Sin embargo, cuando se entera de que su esposa (Julianne Moore) lo ha traicionado y quiere el divorcio, su vida se desmorona. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2011
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya se ha hecho costumbre reunir grandes elencos para películas que cuentan varias historias paralelas: Actually Love y Día de los enamorados son algunos ejemplos. Sin embargo, el resultado no siempre es satisfactorio.
Cuando entré al cine pensé que Loco y estúpido amor entraría en esta categoría. Por fortuna me equivoqué y me encontré con una muy buena película, con un desfile de estrellas que entregan grandes actuaciones, una historia muchas veces contada pero que se revitaliza por las relaciones entre los personajes, todo para entregar un paquete sólido y convincente.
Es una historia sobre los tipos de amor: el otoñal, que lleva 25 años casado y ha perdido su encanto; el juvenil, que busca alcanzar el imposible; el sexual, que solo busca la satisfacción de una noche; el prohibido, que no puede ser revelado. La ventaja es que aquí se maneja una sola historia, todos los personajes tienen una relación entre sí, lo cual impide que las historias divaguen y queden aisladas, como suele ocurrir en este tipo de películas.
Steve Carell se ha especializado en el personaje medio perdedor, típico clase media, el ciudadano común, y esta vez no defrauda. Ryan Gosling demuestra por qué es uno de los valores de la nueva generación de actores, junto con Emma Stone, quien también se destaca en su papel de joven medio rebelde medio indecisa de la vida. Y qué se puede decir que no se haya dicho sobre Julianne Moore, Marisa Tomei y Kevin Bacon. Estos dos últimos, pese a ser secundarios, dejan su marca en la película, con lo cual demuestran que no se requiere aparecer en todas las escenas para demostrar que eres buen actor.
Caso aparte son los diálogos, bien pensados, te hacen reir y en ocasiones, reflexionar, como las conversaciones entre Moore y Carell, cuando analizan su matrimonio. Apuntes como "¡pareces hecho en Photoshop!" causaron las risas del público, o el autoparódico "¡Qué cliché!" de Carell cuando queda solo bajo la lluvia, es una forma de decirle al espectador que toda la película es un gran cliché, porque todo lo que muestran ya se ha dicho antes, pero en esta ocasión la gracia es cómo lo dicen.
Ojo con el giro inesperado que pone todas las piezas en su sitio (ver spoiler).
La única escena que podía haber sido mejor trabajada es el discurso final de Carell, que sí fue una escena cliché de las comedias románticas. Pero ese punto negro no le resta puntos a la película, que se convierte en una excelente alternativa frente a los FX de Linterna Verde, Capitán América y El Planeta de los Simios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Carlos
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