La emotividad de esta cinta sacaría lágrimas de donde no las hay. Hay algo oculto en todo lo que se ve, algo mágico escondido en estas dulces y coloridas imágenes. Esta película recuerda a aquella simpática película, 'The Borrowers', de 1997, en la que unos seres diminutos viven en una casa tomando prestadas las cosas de los humanos. Lo que ocurre es que la de 1997 era una simpática comedia infantil de tarde, mientras que ésta es una dulce melodía que entra por los ojos.

¿Por qué tan baja la valoración? Sencillamente, y sin ánimos de destripar nada, la película termina, pero te deja frío y con cara de "eh, ¿ya ha acabado?". Y luego hay ciertos detalles argumentales que no se terminan de coger del todo.

Por lo demás, un excelente ejercicio de colores, sentimientos, música y animación. Podría haber llegado a más si tuviese un final que fuese simplemente decente, pero me temo que deja a medias a cualquier espectador.