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Voto de Tony Montana:
8
Thriller. Acción Harry Callahan (Clint Eastwood) es un duro policía que se ha criado en la calles de San Francisco. Sus compañeros le llaman Harry el Sucio por sus particulares métodos de lucha contra el crimen y porque siempre se encarga de los trabajos más desagradables. Cuando un francotirador que se hace llamar 'Scorpio' asesina a una mujer desde una azotea y promete matar a más personas si la ciudad no le paga 100.000 dólares, el inspector Callahan ... [+]
27 de junio de 2006
107 de 116 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha habido muchas películas de acción con policías de armas tomar como La jungla de cristal o Arma letal, y ninguna de ellas se libra de sufrir comparaciones con la que inició este nuevo género de acción policiaco. Muchas películas han intentado seguir su estela, y el propio John Wayne, que rechazó este papel, intentó enmendarlo con ese engendro que es Brannigan, pero ninguna conserva ese atractivo que tiene la cinta de Siegel. Aunque también hay cintas del mismo corte que intentan mostrar al policía más intimo, al honrado, como Sérpico, Harry el sucio se ha quedado en el subconsciente colectivo como la mejor muestra del cine policíaco nacido en los 70.

Quizás sin ser un prodigio de guión, ni una historia que contase algo nuevo, Don Siegel se encarga de que la película no caiga en la monotonía de mostrar una escena de acción tras otra, anulando por completo la personalidad de Harry Callahan. Retrata a un hombre que se toma la justicia por su mano, un tipo solitario cuya nula vida personal hace que se implique sobremanera en su trabajo, persiguiendo incansablemente a todo aquél que rompa la ley. Pero es irónico que, siendo alguien que en teoría debe defender dicha ley, sea quien más cerca esté de quebrantarla. Es un interesante debate el que propone la película, ya que no retrata a un policía honrado jefe de familia, si no a un tipo asqueado que odia al resto del mundo sin un motivo aparente. Y ahí entronca con la personalidad de Scorpio. Ambos son tal para cual, ya que Scorpio es un ser lleno de odio, que asesina por odio, como un cobarde, y que intentará por todos los medios acabar con Callahan. Pero lo que les diferencia a uno y a otro es que Harry es un personaje honrado, y hará lo que sea para detener al demente francotirador. Clint Eastwood encarnó al personaje con su carisma habitual, de una manera que todos le reconocemos sólo con ver su silueta. Es probablemente la película que le lanzó al estrellato, y gracias a la cual pudo rodar sus pequeños proyectos.

Don Siegel narra la historia con un brío imprescindible en este tipo de película, sin ningún alarde de falso lirismo, contando la historia con sencillez, propio del director, uno de esos artesanos poco reconocidos, pero con un buen puñado de películas en su haber. San Francisco se volvió a convertir en un personaje viviente dentro de la trama, al igual que ocurría en Vértigo, aunque esta es una San Francisco sucia, llena de maleantes, y Siegel la muestra acompañado de la música jazzy del gran Lalo Schiffrin, que en algunos momentos tiene algún toque herrmanniano en los momentos de tensión. Clásico imperecedero.
Tony Montana
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