Estas comedias españolas de los años 60-70 hay que juzgarlas con benevolencia y hasta con cierto cariño. Reflejan una España que nada tiene ver la actual, inmersa en plena dictadura franquista, rural y subdesarrollada. Pero con una generación de actores cómicos irrepetible, en cantidad y calidad, entre los que José Luis López Vázquez y Tony Leblanc destacan con luz propia.
La historia de un pueblo de la España profunda que pretende mandar un cohete a la Luna, igual que los americanos. Bueno, igual, igual no: con 8.000 pts. puestas por el cacique del pueblo, el motor de un seiscientos, unas chapas de chatarra y un astronauta fontanero (Tony Leblanc). Todo eso coordinado por un anciano científico medio senil (López Vázquez) y con la entusiástica ayuda del electricista, el albañil, el lechero y la costurera.
Con esto Javier Aguirre monta una divertida comedia disparatada, con buenos gags y unos hilarantes Leblanc y López Vázquez. Merece la pena verla al menos una vez.