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Sudán Sudán · Lasinfàn Tasmela
Voto de Ok Rick:
8
Drama. Intriga. Ciencia ficción El doctor Julio Denis es un médico psiquiatra y trabaja en un neuropsiquiátrico. Un día llega al hospital un joven, Rantés, que dice ser un ser de otro planeta. Lo trata como paranoico, pero Rantés irá introduciéndose en su vida, haciéndolo dudar de si realmente está loco, con lo que, sutilmente, lo obliga a replantear su vida y profesión. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2009
45 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eliseo Subiela pertenece al selecto grupo de directores cuyo presidente podría ser Terry Gilliam. No dejan indiferente: o aceptas encantado su mundo o te das de bruces, maldiciéndolo, con él. O es un genio, o un gilipollas engreído. Y suelen seguir, con ciertos matices, su camino pese a todo.

Y pese a notables diferencias idiomáticas, presupuestarias y temáticas, ambos directores coinciden en otro punto. Les encanta esa temblorosa línea entre realidad y ficción, los límites entre la demencia y la cordura.

Hombre mirando al sudeste es la primera película del interesante director argentino venido a menos. El nuevo milenio, por lo menos en lo que respecta a la calidad de su cine, no le sentó nada bien. Pero ya nos había dejado obras importantes. Y esta es una de ellas, que después dio lugar a una novela y una película "made in Hollywood" (sí, K-Pax) sin reconocimiento deudor alguno. Si lo había hecho Visconti, por qué ellos no.

Un hombre llamado Rantés (genial y contenido Hugo Soto) aparece en un psiquiátrico proclamándose extraterreste llegado para estudiar a los humanos. Poco a poco acaba por llamar la atención de uno de los médicos que intenta ayudarle y averiguar su identidad, de la que no existe indicio alguno.

Siguiendo la estela de la prodigiosa Alguien voló sobre el nido del cuco, la película es crítica con las instituciones mentales. Aquí, Rantés es una persona inteligente y perfectamente normal con sólo un síntoma: su afirmación de que no es de este planeta. Tal afirmación se considera suficiente como para intentar "salvarlo" por medios que pongan en peligro su salud: tanto física como mental.

Rodada con escasos medios y actores muy limitados (con la excepción de Soto, que está magnífico), el film mantiene siempre la duda sobre el protagonista, lo que ayuda a mantener el clímax. Subiela parece desear que cada uno saque su conclusión, si no sobre la autenticidad de aquel, sí sobre el contenido del mensaje. ¿Está el género humano loco?

Destacar, asimismo, la música de Pedro Aznar, habitual del director (aquí con protagonismo del saxo), y la secuencia del concierto con la 9ª Sinfonía de Beethoven y su efecto en los pacientes del psquiátrico.

Y nuestro deseo de que Rantés sea extraterrestre, por supuesto.
Ok Rick
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