Y como no podía ser menos, cada vez son más los cineastas españoles que se aventuran a hacer cosas diferentes a lo que el celuloide patrio nos tiene acostumbrados; algunos con más éxito que otros. En ese sentido, la idea de utilizar nuestro folclore más castizo para contar cuentos de miedo está siendo todo un recurso: autores como Álex de la Iglesia, Jaume Balagueró, Guillermo del Toro o el mítico Chicho Ibáñez ya han dado buena muestra de lo que se puede hacer aquí.

Dentro de este contexto, "El Apóstol" es una verdadera joyita del cine español. Aunque personalmente difiero de esas opiniones que la ponen a la altura de los clásicos de animación americanos (la animación no me parece lo mejor de esta peli), aquí el señor Cortizo me ha puesto los pelos de punta. "El Apóstol" está jodidamente bien ambientada; cuenta una historia sumamente simple, pero lo hace de una manera muy compleja (el paréntesis musical es todo un acierto), y aunque su parte humorística tampoco es su fuerte, no eclipsa en absoluto esta tétrica historia de vivos y muertos...

Quizá, lo más curioso de esta obra es que lo que beneficia al país se lo quita de otro lado; "El Apóstol" es una buena razón para apostar por el cine español, pero también lo es para no apostar por el folclore, porque, tanto a nivel de terror como en su crítica social, esta peli no anima mucho a que vayamos a hacer el Camino de Santiago... :P