La versión de Lolita dada por Kubrick ha resultado la caída de un mito.
La adaptación resulta dudosa, partiendo de la edad de la protagonista; aunque bien es verdad, haciendo un breve inciso, que ni los años 60 ni hoy día es el momento propicio para mostrar a una niña de 12 en ese tipo de relaciones con un adulto, al igual que las escenas más subidas de tono que quedan ocultas tras un fundido en negro.
A lo largo de la película se dan toda una serie de cortes que implican saltos temporales que pueden llevarnos a la incomprensión de la trama a la par que a perdernos entre un momento y otro, se podría decir pues, que el relato resulta incoherente en algunos puntos, ya que no sabemos si únicamente ha pasado un día o bien más de un mes.
Igualmente, los añadidos están presentes en la película al igual que las faltas; muchas escenas importantes han quedado a un lado; el carácter de Dolores es mucho más callado, sin tantos ademanes infantiles como quizás debería, su aspecto no juega a su favor en este sentido (Al igual que el tamaño de sus tacones, que resulta impresionante)

En resumidas cuentas, no puedo valorarla como adaptación. Como película insisto en la idea de incoherencia.