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España España · Sevilla
Voto de Cenerento:
6
Romance. Comedia Max Skinner (Russell Crowe), un experto en inversiones viaja desde Londres hasta Provenza para vender un pequeño viñedo que ha heredado de un tío al que estuvo muy unido en su niñez. Lo que no esperaba en absoluto es que éste fuera el punto de partida de un estimulante capítulo de su vida. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la película se estrenó en el 2006 le llovieron un aluvión de críticas la mayoría desfavorables, centrándose sobre todo en la figura de su director, acostumbrado a sacar adelante otro tipo de films. Cinco años después y sobreponiéndome a las nefastas críticas que he leído, he conseguido ver una cinta que ha pasado sin pena ni gloria por la filmografía tanto de Ridley Scott como de Russell Crowe.

Lo cierto es que la película se mueve en un terreno que no acaba de definir. Demasiado acartonada para ser una película romántica y demasiado seria para ser una comedia. Está claro que el mensaje se entiene perfectamente, pero nos falta algo, quizás un punto de emoción, u otra vuelta de tuerca a la historia, para endosarle al menos una estrellita más en la calificación, y que no nos quede el producto como un vino peleón que amarga en el paladar. Sin duda, se ve con agrado con la recreación de los paisajes de la campiña francesa, pero con esa media sonrisa de cara de tonto que ponemos ante cualquier peliculilla tierna de sobremesa de andar por casa y sin ningún elemento que la diferencie de otros productos ya tan manidos.

Los "flash back" que adornan la cinta, por una vez, no lastran la trama sino que se ven con agrado, recreándonos en la mirada de Russell Crowe que trasmite con cierta emoción los recuerdos de tiempos pretéritos. Magnífico Albert Finney, al que se le echa de menos algunos minutos más en la cinta. Igualmente, se echa de menos una evolución más creíble en el personaje, pues durante las dos horas de metraje su comportamiento es el mismo. Si lo que se nos quiere presentar es un malencarado tiburón de la bolsa sin escrúpulos, no me lo creo, si, por el contrario, lo que se nos quiere presentar es un atontolinado e hiperactivo personajillo inseguro, entonces, sí me lo creo.
Cenerento
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