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Voto de Kick'Em Ars:
8
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Un hacker es dividido en moléculas y transportado a las entrañas de un ordenador en el que un malvado programa controla los comportamientos a su antojo. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2007
180 de 240 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con trece años, trece años de los de antes, de aquéllos que aún podían ver el mundo con ojos cándidos y que no habían tenido oportunidad de conocer la inmoralidad, con trece años de honestos tarzanes, nobles ivanhoes y gamberros hermanos Marx asistí a mi primer estreno cinematográfico.

En mi barrio carabanchelero los cines eran de los de programa doble y lo habitual era que programaran un reestreno acompañado de una peli “antigua” o de una coproducción hispano-germano-franco-italiana. Pero con Tron no estaba dispuesto a esperar tres o cuatro meses a que la proyectaran en mi barrio. Así que me llevaron al cine Capitol de la Gran Vía. Fue una experiencia inolvidable.

Aún no existía, al menos en mi barrio, la grabación de vídeo pero Tron la tenía grabada a fuego y podía disfrutarla siempre que quería. El colorista mundo de los programas, las motos de luz que tanto molaban, el bichito que solo decía sí o no y que me hacía partirme de risa, el actor David Warner (me aprendí su nombre) de tan inquietante mirada, el que hacía de Tron que era para mí el Luke Macahan de La conquista del Oeste…

Con treinta y tantos mi esposa me regaló el DVD de Tron. Al sostener con mis manos aquel disco atravesó mi memoria un haz de información en forma de recuerdos, de sopetón recordé con nitidez la imagen de Tron sosteniendo en alto su disco de memoria. Claro, que era el dibujo de la carátula. Como si me hubieran reimplantado aquellos olvidados ojos infantiles, me dispuse a ver Tron. Al terminar me di cuenta de que esta película era una distorsión de la que yo recordaba. Muchas lucecitas alucinantes, sí, pero diálogos anodinos, escenas torpemente rodadas, la parte correspondiente al mundo real parecía sacada de un telefilme ordinario, y en el mundo virtual todo era de una simpleza apabullante. Me convencí de que, con los años, mi inteligencia había madurado y ya era muy superior a esta infantil aventurilla.

Ayer volví a ver Tron. Y volvió a ser una gran experiencia. Quedé maravillado por el caudal creativo, sobre todo visual, de la película. Y por el enorme y expresivo contraste entre el insípido mundo real y el cautivador mundo virtual, antítesis a todas luces nada casual. Y… ¡Qué cojones es esto! ¿Qué está pasando? Un rayo laser procedente de mi CPU está descomponiendo mi estructura molecular. ¡Mis pies desaparecen! ¡Mis piernas! ¡No, eso noooooooooooooooooo…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kick'Em Ars
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