Todo empezó en 2005, cuando un poco conocido Christopher Nolan propuso una nueva adaptación al cine del famoso personaje "Batman". Aquí fue donde se marcó un antes y un después en la forma de hacer películas de superhéroes. El nuevo Batman tenía un carácter más sombrío que le diferenciaba de otras versiones.
Luego llegó la esperada secuela en 2008, "El Caballero Oscuro", que fue un bombazo. Revolucionó las taquillas y impactó al público y crítica. Con aquella película se demostró que el cine de superhéroes no tiene que ser completamente infantil, sino que puede adquirir un carácter mucho más adulto. En cierto modo este éxito se obtuvo gracias a la impactante interpretación del difunto Heath Ledger, en el papel de un Joker terrorífico.
Y ahora nos encontramos en 2012, un año en el que el cierre de la trilogía de Batman es el evento mayor acontecido del verano:
No se ha podido hacer un cierre mejor. Escenas increíbles, actuaciones notables, espectacularidad y un final apoteósico. Christian Bale se consagra como el mejor Batman hasta la fecha, ofreciéndonos una gran interpretación dentro y fuera del traje. Michael Caine adquiere mayor protagonismo emocional y se agradece mucho. Gary Oldman y Morgan Freeman notables como siempre. Los personajes nuevos, como Marion Cotillard y Joseph Gordon Levitt estan más que aceptables. En cuanto a los "villanos", iré por partes:
Anne Hethaway me ha sorprendido gratamente. Nunca me ha llegado a convencer, pero en la película ofrece un punto cómico y de sensualidad bien recibido.
Y luego está Bane, interpretado por Tom Hardy. Es inevitable compararlo con el Joker de Heath Ledger, pero son personajes distintos. La mirada y la presencia de Tom Hardy son terroríficas, el personaje da miedo de verdad. Está claro que ha hecho un gran trabajo.
Pero el verdadero héroe de Batman es Christopher Nolan, un director que ha cambiado el cine comercial para siempre y que acaba de cerrar una trilogía para la historia.