Hay muy pocas veces en las que como espectador puedas sentirte aliviado al ver que una película no es para nada lo que te vende su trailer o publicidad (aunque para mi gusto siempre es mejor no haber visto nada). Pero en esta obra, que prometía una españolada actual centrada en la comedia nos encontramos dotes de muy buen cine.
Berger se da las libertades de crear una historia casi surrealista, mezclarla con unos personajes y ambientes campechanos y dar a luz a una extraña fusión de conceptos que pasa por muchos estados en su gestación.
Me atrevo a decir que es una de las apuestas más arriesgadas de nuestro cine en mucho tiempo ya que no soy capaz de encontrarle un público más destinado que el de los interesados en algo diferente.
No voy a hacer mucho hincapié en su argumento ya que es importante que el viaje de géneros lo viva cada uno por si mismo, pero si que diré que vas a sentir una pizca de todo.

Para no alabarlo todo, vamos a ser realistas. El film tiene a mi gusto algunos fallos (que pueden gustar más o menos), a veces la comedia sobra, otras simplemente no es demasiado inteligente, pero a pesar de ello si que tiene pulso a la hora de introducirla cuando lo hace en segundo plano.
Y quiero nombrar sí o sí un momento concreto. Hay una escena excesivamente larga con intermitencias de luz constantes que molestan un poco a la vista (yo incluso tuve que cerrar los ojos un momento). No quiero decir con esto que la escena sea mala ni mucho menos, simplemente que puede causar algo de mareos si tienes la vista sensible. Esto es más un pequeño aviso anti-epilepsia que os doy.

EN RESÚMEN: Cine diferente, arriesgado, divertido y variado. Peca de vez en cuando con sus gags, pero se le perdona gustosamente.