La historia principal es muy simple, se cuenta en una línea, pero esta miniserie no tiene su baza en la historia en sí, la tiene en los personajes, la música, la fotografía y el diseño de producción.
Tiene varias subramas ridículas, de relleno, siendo las más sonrojantes la de las lesbis y la historia de amor entre la teutona y Mr. Pinkerton.
Hay personajes que van y vienen y luego desaparecen de la forma más estúpida que uno pueda imaginar, me viene a la cabeza uno, que tampoco voy a desvelar.
Hay un par de tramas que se podían haber desarrollado más y mejor, la del pueblo al lado de Belle, la interacción entre unos y otros, pero no.
De los siete capítulos, el peor y más cargante, es el último. La historia no está bien cerrada, después de seis horas, pides algo más de épica. Durante las seis horas previas hay mucho tiempo invertido en los personajes, en detalles, hay numerosos flash-backs (unos mejores que otros, ninguno estorba demasiado), pero justo al final, entran las prisas. El tiroteo va a toda pastilla, menos cuando ponen la cargante cámara lenta. Todos los personajes que deben estar en el pueblo para el descafeinado tiroteo, lo están por diferentes motivos cogidos con los pelos...
El cierre no apunta en la dirección natural, si el protagonista hubiera sido hijo único, no habría pasado nada, y así nos habríamos ahorrado unos minutos de relleno que podrían haber sido utilizados para otros menesteres.
Tiene cosas buenas, casi todas relacionadas con el apartado técnico e interpretativo. Las localizaciones, el diseño de producción, la fotografía, el sonido y la música son fantásticos. Jack, Michelle, Jeff y Scoot están realmente bien, otros secundarios también, el resto simplemente hace lo que puede con personajes estereotipados y, en algunos casos, ridículos.
Para finalizar, sólo decir que me sorprende que tenga un 7´8 de media, hay series mejores, con mejor guión, que ni por asomo llegan a estas notas.
PD: para mí, sin lugar a dudas, el hallazgo es Michelle Dockery, una muy buena, y bella, actriz.