Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Carorpar:
7
Terror. Intriga. Thriller Tom y Evelyn son una pareja de turistas ingleses que viaja a una población costera española para disfrutar al fin de una tardía luna de miel. Sin embargo, cuando llegan, se quedan decepcionados: el lugar es demasiado bullicioso para pasar las tranquilas vacaciones que ellos habían planeado. Deciden entonces alquilar una barca para visitar una pequeña isla en la que Tom había estado cuando era más joven. Su sorpresa será mayúscula cuando ... [+]
1 de agosto de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante ejercicio de estilo a cargo del que probablemente haya sido nuestro mayor gurú televisivo.
Chicho Ibáñez Serrador —quien también firma el guion con su habitual pseudónimo Luís Peñafiel— se ha prodigado poco en la gran pantalla, pero no cabe duda de que ésta su segunda y última incursión en el medio manifiesta un hondo conocimiento de los códigos del subgénero, cuya impecable exposición se adorna además con ciertas trazas de originalidad rayanas en lo genial. Así, la soleada ambientación choca con la nocturnidad de uso, sin menoscabo del potencial terrorífico de una cinta que, en efecto, resulta francamente turbadora.
La influencia de “Village of the Damned” (El pueblo de los malditos, 1960) y “Night of the Living Dead” (La noche de los muertos vivientes, 1968) es notoria. Algo menos clara, aunque también apreciable, me parece la de “Alfred Hitchcock´s The Birds” (Los pájaros, 1963). En cualquier caso, y no obstante la elección del inglés como lengua vehicular —debido, supongo, a la procedencia de su brutalizada pareja protagonista—, la ubicación de esa isla ficticia en un litoral muy similar al levantino aporta un toque tan patrio, casposo y entrañable como la paella con arena y la sangría Don Simón.
Pero es que, además y como apunté antes, transcurridos ya cuarenta años desde su estreno, “¿Quién puede matar a un niño?” continúa induciendo en el espectador una inquietud tan genuina que cuesta entender la ineptitud de las decenas de directorzuelos que hoy día, pese a la infinidad de medios a su alcance, parecen empeñados en la degradación de un tipo de cine que, salvo contadas excepciones, ha dejado de dar miedo para dar —si acaso— risa, y casi siempre pena.
En definitiva, muy recomendable película a la que la etiqueta “de culto” queda incluso algo estrecha.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow