El alma solitaria que lleva a su espalda el peso de la película se define muy bien en esas primeras escenas en que lo vemos tomándose unas copas totalmente solo, allí, en medio de la fiesta que hay montada en la que era su casa.

Cuando todo se va al carajo, en esas primera escenas (las mejores de la obra), da la sensación de que, dentro de lo que cabe, su situación no ha cambiado mucho a decir verdad.

Es a fuego lento y guarda gran parecido con la historia de ese famoso, y ad tempore, náufrago que, por otro lado, tanto abunda fuera del mar en los tiempos que corren.

Los apagados chasquidos de esos terroríficos seres serán prácticamente todo lo que oiréis durante el tiempo que discurre entre el inicio y el desenlace del filme.

Dadle una oportunidad si sois amantes del género.

Gracias por leer.