Actualmente podemos encontrar cientos de películas románticas y todas y cada una de ellas coinciden en seguir más o menos el mismo patrón: un joven atractivo, imán para las mujeres, (y la mayor parte de las veces triunfador) acaba enamorándose de una chica corriente y humilde; o viceversa, siendo ella la triunfadora y él el chico corriente. Además, todas coinciden en tener el mismo final, un final que todos intuimos.

A pesar de ello, a un espectador aficionado de las películas románticas le parece igualmente que la película que acaba de ver es única; profunda, entrañable, a veces triste, y, sobre todo, romántica… y muy probablemente esté en lo cierto salvo por lo de ser única. “One Day” es profunda, hasta el punto en que se hace complicado no meterse en la piel de los protagonistas; es entrañable: la historia de nuestros protagonistas es conmovedora; es triste: en algún momento del film resulta difícil incluso contener las lágrimas; y, por supuesto, es muy romántica.

Es más que probable que no sea una buena película y que apenas introduzca nada nuevo, pero eso no quita para que producciones de este estilo sigan llegando a lo más profundo de los espectadores y sigan emocionando a los más sensibles. Scherfig logra con creces este propósito; contando con una buena actuación de Jim Sturgess y una Anne Hathaway la mar de cómoda en la piel de chica humilde y sencilla con fuerte tendencia al fracaso amoroso.

Cerca de 110 minutos de romanticismo que a más de uno le servirá para desahogarse echando unas lágrimas que le evadan de la vida real y le aíslen de la realidad metiéndole de lleno en el mundo creado por Jim Sturgess y Anne Hathaway.