Miedo, efectivamente... terror. Esa es justo la sensación que tuve al salir del cine y pensar en los más de 8€ que acababa de tirar, amén de los más de 100min desperdiciados de mi vida.
La película se podría definir cómo una "oda al tedio absurdo".
Más que miedo, daba risa sin ser precisamente cómica.

Lo único que se salva de la película es Rose Byrne y algún que otro sobresalto inesperado y bien conseguido.

Muy lejos de ser la película más terrorífica y estremecedora de todos los tiempos, se queda más bien en colección de caricaturas con argumento insulso de fondo a modo de escusa.

Producto 100% de markéting, si lo que estás buscando es ver una buena película de suspense, terror o miedo, mejor vete a otra.