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España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
5
Comedia. Drama Una madre y su hija huyen a la ciudad costera de Mohang para eludir las deudas que han contraído. La joven empieza a escribir un guión para un cortometraje que tiene como protagonistas a tres mujeres llamadas Anne. Las tres llegan a Mohang y allí reciben la ayuda de la dueña del motel donde se hospedan y la de un socorrista que vagabundea por la playa. (FILMAFFINITY)
27 de noviembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director coreano Hong Sang- Soo nos propone en “Da-reun na-ra-e-suh” un juego tan simple como inofensivo sobre lo que supone el arte de fabular y de contar historias (algo que leo es una constante en su filmografía, desconocida para mí hasta el momento). La película arranca con una escena inicial en la que vemos a dos mujeres, madre e hija, sentadas frente a frente en una terraza hablando de sus dificultades económicas; así conocemos que se han visto obligadas a salir de la ciudad en la que vivían huyendo de las deudas. Se trata de un prólogo surrealista por innecesario, ya que no tiene ninguna trascendencia posterior en el film (el personaje de la madre ni vuelve a salir).

A continuación, aparece la hija sentada ante un escritorio dispuesta a matar el aburrimiento escribiendo una breve historia sobre una mujer extranjera que visita la zona. De esta primera historia surgirán después dos más, protagonizadas por otras dos extranjeras que también visitan el lugar en diferentes circunstancias.

Este singular tríptico tiene como protagonista a Anne, interpretada siempre por la misma actriz, la francesa Isabelle Huppert. En los tres supuestos, la mujer visita un lugar de playa, conoce a los vecinos de su bungalow y a un atrolondrado socorrista que vive y trabaja cerca del lugar. Y como se aburre mortalmente (algo que la emparenta con su creadora) decide hacer turismo e ir a conocer un faro cerca de la costa del que le han hablado. Este esqueleto argumental se repite en todas las historias, y en este caso el orden de los factores sí altera el producto. La combinación de los elementos y los recursos narrativos que aparecen en las tres historias ( objetos, situaciones, diálogos) dará lugar a tres relatos diferentes.

Se ha señalado acertadamente la influencia en la cinta de la “nouvelle vague” y en especial de Rohmer, por su tratamiento naturalista (tal vez se entienda más la conexión francesa por la presencia de la Huppert). También hay ecos de Woody Allen, por el tono ligero de las tramas y por el juego narrativo (recuérdese por ejemplo “Melinda y Melinda”).

La película posee un sentido del humor muy sutil, muy oriental que te arranca la media sonrisilla de vez en cuando (nada que ver con el humor amarillo de la tele). No sé, será cuestión de sensibilidades, tal vez aquí lo veamos así, y en Corea se estén partiendo el culo con las desventuras de la pobre Anne. Hay que verla sin pretensiones, y así es casi imposible que no empaticemos con personajes como el socorrista o la amiga budista. Curiosa, aunque de poco recorrido.
Juan Solo
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