La última película protagonizada por la tripulación de La Nueva Generación fué injustamente vapuleada por la critica y menospreciada por el público, no fué lo que se puede decir la gran despedida que se merecían y la historia que se describe en la película no tiene en mi opinión ningún desperdicio.

Lo cierto es que se rodó más material que se mostró durante su estreno cinematográfico, pero ni aún así ni a pesar de la gran labor desempeñada por su director Stuart Baird logró salvar la película de la quema.

La labor interpretativa desempeñada por los actores Patrick Stewart y Tom Hardy es excepcional, sobretodo en momentos muy inspirados como la conversación que mantienen los dos duante la cena en Romulo sobre sus vidas pasadas y de una interesante rivalidad, de una intensa y violenta lucha psicológica entre ambos cuando entre ellos hay algo en común que los une, la misma sangre que recorren por sus venas.

La historia es sin lugar a dudas muy entretenida y espectacular con aires de aventuras en tonos marcados de épica espacial y momentos melodramáticos francamente conseguidos de rivalidad entre ambos contendientes.

Una gran producción con un desarrollado diseño de producción de Herman Zinnerman y espectaculares efectos especiales.