Antes de "2001" el cine de ciencia ficción era considerado como un género menor que sólo podría abarcar cualquier temática sea de la índole que se tratara, sin aportar con ello bases con un rigor sólido, científico y seriamente creíble en el ámbito cinematográfico.

Bien podría tratar de temas relacionados con extravagantes experimentos científicos, civilizaciones alienigenas beligerantes con intenciones de conquista, aniquilación, monstruos radiactivos o guerras nucleares que arrasaban cuidades destruyendo a la raza humana o sometiéndola a una completa esclavitud a traves de gobiernos autoritarios o pervesos megalómanos que sólo aspiran a obtener el poder mediante la mentira y la ignorancia.

Pocos fueron los autores y cineastas que intentarón que el género alcanzara un status de madurez a través de sus obras, pero sólo dos hombres consiguierón ese propósito, Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke y fue a partir de 1964 cuando pusierón en marcha un ambicioso proyecto cinematográfico que duraría 4 años de intenso desarrollo, planteamientos en todos los aspectos de la gran evolución tecnológica que el hombre desarrollaría en las próximas décadas, con asesoramiento con científicos de la NASA con un presupuesto alto y un despliege de medios técnicos de los de antes y otros novedosos que posteriormente marcaría un antes y un después dentro del género.

Una gran obra maestra que posteriormente se convertiría en un venerado clásico para muchos cinéfilos, aunque previsiblemente podría interpretarse de manera libre por los espectadores en sus diferencias de gustos.

Lo cierto es que Kubrick y Clarke partíeron de un relato corto titulado "EL CENTINELA" para realizar este monumento cinematográfico, y que posteriormente Clarke desarrolló la novela para que el público que asistió al estreno el 1 de Abril 1968 pudiera entender la complejidad de la película.

A día de hoy casi nada de lo que anticiparón en su momento se ha cumplido, bien es cierto que hemos desarrollado tecnologías de las cuales ya forman parte de nuestro modo de vida habitual, pero pocas cosas se han hecho y mal, hemos perdido la oportunidad de convivir en paz, de mandar misiones tripuladas a otros planetas desaprovechando y despilfarrando nuestros recursos técnicos y de consumo en guerras inútiles y creando diferencias y división entre nuestra raza, incrementando el terrorismo y la inseguridad en todo el mundo.

Por tanto "2001" será recordado como la película que aportó una visión quiza demasiado optimista de futuro del hombre y de su destino final de la cual, los dos hombres que la hicieron posible ya forman parte de la historía cinematográfica y de la humanidad para siempre, de los cuales serán recordados por las generaciones presentes y futuras.

Un homenaje al hombre que evoluciona y se enfrenta a su destino con todas sus consecuencias.