Tiene que haber sido duro (o por lo menos complicado) para Christopher Nolan (“Memento“, 2000) realizar la tercera y última parte de “Batman Begins” sabiendo que no iba a ser nada fácil. Intentando hacer algo distinto, sin que nos viniera a la mente Heat Ledger y su épica interpretación del Joker entre otras cosas. Nolan realizó un film redondo en todos los sentidos, consagrándose como uno de los mejores directores del panorama mundial. Y se podría haber quedado ahí y haber vivido de las rentas (no sé por qué pero me viene a la mente George Lucas) de por vida. Quizás incluso yo hubiera firmado no hacer una tercera parte, pero Christoher Nolan es otro tipo de persona, de esos a los que les gustan los retos, la superación e ir más allá. De conseguir lo imposible.

Para aclarar las cosas desde un principio, pienso que lo adecuado sería juzgar u opinar sobre qué impresiones ha dejado está última entrega que cierra la trilogía de “El caballero oscuro”, sin hacer pretensiones comparativas con los dos film que le anteceden. Siendo críticos y abiertos de mente, pensando más allá de prejuicios varios.

En Gotham reina la paz encubierta bajo la “Ley Dent” con la que se ha logrado erradicar la violencia y crimen organizado. Una tapadera que ha durado ocho años y que está a punto de resquebrajarse debido a la aparición de un nuevo criminal llamado Bane (Tom Hardy). Debido al actual estado de bienestar que hay en Gotham, Batman ha desaparecido al igual que Bruce Wayne (Christian Bale) que se mantiene recluido en un estado deplorable, lejos de aquella imagen de multimillonario excéntrico. Las circunstancias harán que Batman vuelva a escena, pero, ¿A qué precio? Y lo más importante aún ¿Está Batman preparado para enfrentarse a dicho villano tras permanecer desaparecido tanto tiempo?

Era de los primeros que me mostraba muy crítico con “Catwoman”, ya que me imaginaba que iba a llevarse más protagonismo que el propio Batman. Aparte, nunca me ha gustado ni siquiera en los cómics que el caballero de la noche tuviera una enemiga/aliada. Siempre he pensado que lo suyo era ser un héroe solitario y que las compañías solo le perjudicaban. Como bien dijo el propio Bruce Wayne en “Batman Begins”: “No puedo permitirme tener amigos.” Pero para todo hay excepciones y más si contamos con la inteligencia de Christopher Nolan, quien se habrá percatado de que nosotros nos mostraríamos bastante críticos si Christian Bale no apareciese en escena lo que le pertoca. Por eso, las dosis de protagonismo en el film están magistralmente bien distribuidas y el hecho de ver Anne Hathaway (“Los miserables“, 2012) acaba incluso gustando. No hay duda alguna pues, de que el reparto es uno de sus puntos fuertes y más importantes. Christian Bale (“El maquinista“, 2004) vuelve a demostrar por tercera vez su solidez como Bruce Wayne/Batman dejando claro que posee un nivel interpretativo único para encarnar al caballero de la noche. Poco más me queda por decir que rendirme ante su gran actuación que ha sido de diez en esta trilogía, siendo con total seguridad la mejor personificación de Batman que se ha logrado.

Tom Hardy (“Bronson“, 2008) interpreta a Bane, el brutal villano que amedrentará Gotham, haciéndose con el poder de la ciudad sin que nadie pueda impedirlo. Notable interpretación de Hardy encarnando a uno de los villanos más poderosos con los que se ha enfrentado el caballero oscuro. No hay objeción alguna ya que cumple a la perfección, siendo un temible enemigo que pondrá contra las cuerdas a Batman. Gary Oldman (“El topo“, 2011) vuelve a meterse en la piel del Comisario Gordon, siendo uno de los hombres de ayuda de Batman vitales para poder salvar Gotham de la destrucción. Correctísimo Oldman que cumple con brillantez, siendo uno de los personajes más carismáticos y reflejo de la incorruptibilidad de Gotham y a su vez, culpable de mentir a la ciudad para garantizar su bienestar. Por último, destacar la gran variedad de secundarios conocidos que salen en el film y que realizan su pequeño cameo en pantalla, siendo todos ellos conocidos de haber participado en alguna series de gran éxito. Algunos de ellos son: Aidan Gillen, que realizaba el rol de Tommy Carcceti en “The Wire” (2002-2008), Burn Gorman, conocido por “Torchwood” (2006) o Christopher Judge, más conocido como Teal’c en “Stargate” (1997-2007). Nolan tampoco se olvida de los antiguos villanos como Cillian Murphy (“Sunshine“, 2007) que volverá a tener su aparición como el Dr. Jonathan Crane / Espantapájaros.

Con todo esto, aún no hemos entrado en qué se diferencia está última entrega del resto y por qué pese a que no acaba siendo perfecta, sí que es el “desenlace épico” que prometía ser, cerrando una trilogía de forma perfecta.

En esta última parte veremos a un Batman humillado, denigrado, desprestigiado y derrotado ante Gotham por Bane. Sin esa sensación de inmunidad que sí tuvo en los dos anteriores films pese a todo. En la que la fuerza bruta golpea sin miramiento a un Bruce Wayne/Batman que se resquebraja sin tener opción de salvarse. Como digo, veremos a un superhéroe indefenso sin nada que hacer y sin ayuda alguna. También cometerá errores que le costarán caros al superhéroe debido a que hace caso omiso de las advertencias de las personas que le dicen que la fuerza de Bane acabará con él.

Si el Joker poseía la inteligencia suficiente para manipular a las personas, Bane tiene la fuerza bruta necesaria para provocar el dolor necesario a una ciudad que acabará sumida ante el caos y la anarquía. Sus golpes sobresalen de la pantalla y hacen daño. Es difícil olvidarse de ver a un ser tan violento y enigmático tras esa máscara de gas.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)