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Voto de SCuenca:
7
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24.317
Intriga. Thriller
Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
21 de enero de 2012
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que empezar este escrito haciendo una comparación. Creo que si no la hago exploto, pero es que el personaje que interpreta Gary Oldman me ha recordado muchísimo al que interpretó Toni Servillo en “Il Divo” (2008). Ambos son personajes físicamente parecidos, dotados de ese aire enigmático e imperturbable que los convierte en personajes tremendamente herméticos.
Comparaciones aparte, el film de Tomas Alfredson peca de una cosa que quizás no sea del agrado del espectador, y es que el propio espectador tiene que ir reconstruyendo el puzzle que se forma en la película sin ayuda alguna. Porque el berenjenal que hay montado es tan grande que te acabas perdiendo. Eso sí, al final todo queda aclarado, pese que personalmente pensaba que el topo iba a ser alguien que me iba a sorprender y acabé decepcionado al ver que no.
La trama irá desarrollándose a partir de un fracaso en una misión en Hungría, en la que el agente secreto Jim Prideaux (Mark Strong) se ve envuelto. Será entonces cuando la cúpula del servicio secreto británico intente desenmascarar al topo que hay entre sus filas. Un encargo que le encomiendan a George Smiley (Gary Oldman) que siendo un miembro a punto de retirarse, intentará averiguar desde fuera quien es el traidor. Con la ayuda de algunos agentes fieles como Peter Guillam (Benedict Cumberbatch) y agentes encubiertos como Ricki Tarr (Tom Hardy), Smiley intentará dar caza al topo.
Pese a que su trama no es lo mejor del film, su reparto se convierte en una garantía imprescindible en la que reposa casi todo el peso. Gary Oldman (“Drácula de Bram Stoker“, 1992) es el protagonista principal encarnando al agente George Smiley, un oficial de inteligencia, sagaz e invulnerable, envuelto en un aura de calma bajo sus gafas de pasta. Correcta actuación de Gary Oldman que podría haber dado de más. En cambio, sorprenden las actuaciones de Benedict Cumberbatch (“Sherlock” (Serie TV), 2010) y Mark Strong (“Robin Hood“, 2010). El primero encarna a Peter Guillam, un hombre fiel a las órdenes de Smiley que arriesgará su vida para obtener información de dentro de la cúpula del servicio secreto. Hábil y escurridizo, el agente Guillam tiene esa perspicacia que al personaje de Oldman le falta. Strong interpreta al agente Prideaux, un misterioso agente del cual poco se sabe.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
Comparaciones aparte, el film de Tomas Alfredson peca de una cosa que quizás no sea del agrado del espectador, y es que el propio espectador tiene que ir reconstruyendo el puzzle que se forma en la película sin ayuda alguna. Porque el berenjenal que hay montado es tan grande que te acabas perdiendo. Eso sí, al final todo queda aclarado, pese que personalmente pensaba que el topo iba a ser alguien que me iba a sorprender y acabé decepcionado al ver que no.
La trama irá desarrollándose a partir de un fracaso en una misión en Hungría, en la que el agente secreto Jim Prideaux (Mark Strong) se ve envuelto. Será entonces cuando la cúpula del servicio secreto británico intente desenmascarar al topo que hay entre sus filas. Un encargo que le encomiendan a George Smiley (Gary Oldman) que siendo un miembro a punto de retirarse, intentará averiguar desde fuera quien es el traidor. Con la ayuda de algunos agentes fieles como Peter Guillam (Benedict Cumberbatch) y agentes encubiertos como Ricki Tarr (Tom Hardy), Smiley intentará dar caza al topo.
Pese a que su trama no es lo mejor del film, su reparto se convierte en una garantía imprescindible en la que reposa casi todo el peso. Gary Oldman (“Drácula de Bram Stoker“, 1992) es el protagonista principal encarnando al agente George Smiley, un oficial de inteligencia, sagaz e invulnerable, envuelto en un aura de calma bajo sus gafas de pasta. Correcta actuación de Gary Oldman que podría haber dado de más. En cambio, sorprenden las actuaciones de Benedict Cumberbatch (“Sherlock” (Serie TV), 2010) y Mark Strong (“Robin Hood“, 2010). El primero encarna a Peter Guillam, un hombre fiel a las órdenes de Smiley que arriesgará su vida para obtener información de dentro de la cúpula del servicio secreto. Hábil y escurridizo, el agente Guillam tiene esa perspicacia que al personaje de Oldman le falta. Strong interpreta al agente Prideaux, un misterioso agente del cual poco se sabe.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Siendo un hombre capaz de notar cuando está en peligro, posee también una gran memoria para recordar las cosas. Tampoco me olvido de Tom Hardy (“Bronson“, 2008), quien interpreta a Ricki Tarr un inconformista agente que tras realizar una misión secreta en Turquía, recala en casa de Smiley tras poseer una información que le puede ser útil. El resto del reparto, pese a que cuenta con grandes actores como Colin Firth (“El discurso del Rey“, 2010), Toby Jones, John Hurt (“Alien, el octavo pasajero“, 1979) o Stephen Graham, ninguno de ellos llega a hacer una interpretación en la que tengan un protagonismo muy extenso, concreto o destacable. Lo cual no quiere decir que sus roles en el film no sean importantes ni mucho menos, ya que todos ellos son parte importante en la trama.
La música describe a la perfección esa parsimonia que tiene Gary Oldman, al mismo tiempo que también nos describe lo bien que deben disimularse las apariencias. Nos mete en una atmósfera intranquila, haciendo notar al espectador que en época de Guerra Fria había que actuar con cautela y ser prevenido.
Los lugares que se muestran como el cubículo insonoro y ultra hermético donde se reúnen los cinco miembros de la Cúpula con aspecto austero y frio, denota el misticismo que envuelve la cinta y que deja claro que nos encontramos ante un autentico film de espías en el que nada es lo que parece.
Aparte, los nombres en clave como Calderero, Sastre, Soldado y Espía personifican mas a los personajes dotándolos de una característica única que los diferencia del resto. Aunque personalmente no le veo mucha utilidad ya que se nos facilita quien es cada uno en el film, pero es curioso saber porqué a cada uno se le llama así.
La música describe a la perfección esa parsimonia que tiene Gary Oldman, al mismo tiempo que también nos describe lo bien que deben disimularse las apariencias. Nos mete en una atmósfera intranquila, haciendo notar al espectador que en época de Guerra Fria había que actuar con cautela y ser prevenido.
Los lugares que se muestran como el cubículo insonoro y ultra hermético donde se reúnen los cinco miembros de la Cúpula con aspecto austero y frio, denota el misticismo que envuelve la cinta y que deja claro que nos encontramos ante un autentico film de espías en el que nada es lo que parece.
Aparte, los nombres en clave como Calderero, Sastre, Soldado y Espía personifican mas a los personajes dotándolos de una característica única que los diferencia del resto. Aunque personalmente no le veo mucha utilidad ya que se nos facilita quien es cada uno en el film, pero es curioso saber porqué a cada uno se le llama así.