Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
7
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
22 de febrero de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1994 Sudáfrica atravesaba las secuelas de una guerra civil que intentaba superarse desde la salida democrática y Nelson Mandela es el abanderado de esta instancia. Tiempos difíciles que coinciden con la inminencia del campeonato mundial de rugby, a disputarse en Johannesburgo en 1995. El flamante presidente negro sorprende entonces con su propuesta de transformar esta circunstancia en la oportunidad para superar al pasado de un país desgarrado por enfrentamientos raciales.
¿Estamos entonces ante una nueva constatación de cómo el deporte unifica a las masas y también (como lo demuestra el reciente film "La Ola") las manipula? ¿No ha sido así desde el circo romano? Por mi parte confío en la mirada ética de Clint Eastwood y su cine, que siempre ha dado cuenta de la preocupación por la violencia, sus consecuencias y los comportamientos ante la misma. La mayoría de sus películas giran sobre esa constante y "Invictus" no es la excepción. Aunque aquí la violencia aparezca más alejada de la tragedia y más cercana al perdón. Su misma anécdota lo inclina a equilibrar el drama social con el espectáculo del deporte, aunque en su costado épico. Y para transmitirlo, nada mejor que un personaje histórico fascinante como Nelson Mandela, interpretado por un excepcional Morgan Freeman. Se lo muestra en su rutina extenuante, buscando recursos para que el país salga de su crisis. Sobre su figura se recalca que "es un hombre con problemas de hombre", con desdichas personales por su actividad, que lo lleva a regir una familia de 42 millones de habitantes. Se muestra su vida austera, su amabilidad para con todos los que lo rodean y se recorre su antigua celda donde vivió como un asceta, sostenido en un profundo humanismo, nutriéndose de filosofía y poesía. Precisamente el título del filme "Invictus" es el mismo de un poema victoriano, cuya lectura sostuvo a este líder en los momentos más sombríos: "Soy el dueño de mi destino, el capitán de mi alma invicta".
Noble desde las intenciones, profunda en su discurso, "Invictus" es consecuentemente afín con las convicciones del gran Clint, quien demuestra una vez más su maestría cinematográfica con el sello de su ascético estilo.
rouse cairos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow