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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
8
Drama. Romance Un director rueda una película que relata cuatro historias de amor ambientadas en distintas ciudades de Francia e Italia. En la primera, un joven se enamora de una muchacha. La segunda aborda la fascinación que un hombre siente por una joven que afirma: "Ya tengo a mi padre". La tercera narra la ruptura de una pareja y su reencuentro. La última versa sobre la sublimación del amor: un mismo corazón puede sentir amor a Dios y amor a los hombres. (FILMAFFINITY) [+]
2 de agosto de 2007
33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las pocas horas de morir Ingman Berman, le sigue hacia el otro lado de la vida, el también gran maestro del cine Michelangelo Antonioni. Triste verano europeo. ¡Lástima, porque cada vez hay más gente talentosa en la otra orilla de la realidad que en esta!

Como homenaje hacia este admirado director italiano, he aquí la crítica de uno de sus film en color (aunque prefiero los que hizo en blanco y negro), el cual no pudo terminar, como ya es sabido lo hizo Wim Wenders, por haberle dado a Michelangelo un ataque de apoplejía y haber perdido el habla y parte de sus movimientos corporales.

Es una película para cinéfilos que gusten del cine de Antonioni: poético, reposado, donde los argumentos no suelen llegar a ninguna conclusión y el observador tiene que conformarse por lo general con lo inacabado y abstruso, como suele ocurrirnos en la mayoría de grandes experiencias vitales, ya de búsqueda, ya de amores, ya de proyectos, ya de ideales, ya del sentido y razón de ser de los hechos.

En "Más allá de las nubes", Antonioni nos introduce en un laberinto de calles empedradas donde transcurren historias esporádicas de encuentros y desencuentros, atracciones hombre-mujer y viceversa, abocadas a la felicidad de esos pocos minutos de explosión amorosa (cinco, diez, quizás quince) que todos anhelamos al menos una vez al día o una vez a la semana, pero que luego la verdad de la existencia lo reduce a una vez al mes, una vez al año o incluso a una sola vez en la vida. Las historias suceden a lo largo de caminos de piedras con clase, arte y antiguedad, con perspectivas de cielos nubosos y neblinas, y con la presencia del agua, ya de lluvia, ya de fuentes, ya del mar. En definitiva es un film húmedo, chorrea humedad por todos lados.

Para mí, de las cuatro historias que cuenta, las mejores son la primera y la última, la 1ª por los protagonistas, por las caricias sin llegar a tocar la piel sobre el cuerpo desnudo y precioso de Inés Sastre, por el enamoramiento-fascinación-ipso facto que a veces ocurre y no es ninguna exageración; la 4º por las excelentes escenas en el interior de la iglesia o los personajes andando y empapándose de lluvia por medio de las calles; en definitiva porque es lo peculiar de Antonioni: el cine poético, el cual como la poesía escrita, casi siempre nos conmueve no por el razocinio de lo que leemos sino por la estética, el juego de las palabras, el sonido, las metáforas y el ensamblaje delicado y sutil que genera el creador de la obra, el cual nos transporta la mente a la dimesión imaginativa-cautivadora-sensible.

No todo manjar está hecho para público de grandes superficies, Día, Carrefoul, Eroski, etc. Hay manjares que sólo pueden saborear quienes son bastante raros, al menos aproximadamente raros a la esencia que se les ofrece.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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