Enorme peliculón del gran Taylor Hackford (que pedazo de director), nos sitúa en Los Ángeles donde tres latinos que son primos de "sangre", sueñan con ser pandilleros y dominar el barrio, un trágico suceso hará que los destinos de estos tres amigos cambien para siempre, cada uno tirará hacia un lado distinto, uno se convertirá en un policía, otro en drogadicto y odiado por su familia, y por último el albino que se transformará en una especie de Michael Corleone moderno, salvando distancias kilométricas obviamente (no es casualidad que la secuela, la cual no he visto, lleve la coletilla "El Padrino"), donde irá escalando posiciones en la llamada " la Onda" que es una mafia latina, hasta hacerse con el poder.
Pese a todo esto, los tres "primos" jamás se separarán del todo ya que siempre serán "Familia".
La ambientación de LA, pasando por diferentes y convulsas épocas donde el auge de las bandas tocó su cénit, o la famosa prisión de San Quentin nos trasladarán por completo a esos turbios escenarios de forma magistral, muy absorbente e inmersiva en todo momento.
Las interpretaciones y los actores también están bien (el que más desentona, aunque sin ser para nada un problema es Damian Chapa), respecto a los secundarios aparecen grandes actores como Ving Rhames, Danny Trejo (no podía faltar), Billy Bob Thornton o Delroy Lindo con el pelo a lo afro, jefe de la banda de los negros dentro y fuera de los muros de la prisión.
La banda sonora pese a no estar aprovechada del todo, tiene buenos temazos.
Los amantes del cine de bandas o de la mafia, e incluso de los juegos de GTA, y del buen cine, tienen aquí una cita ineludible y entretenidísima (pese a su largo metraje), a la que no pueden faltar bajo ningún concepto. Mi nota: 8,5.