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España España · Kuala Lumpur
Voto de Sirope:
10
Terror. Fantástico. Thriller Hace mucho tiempo, Salem (Massachusets) era el centro neurálgico del mal, el lugar donde las brujas celebraban sus aquelarres. En la actualidad es, al menos en apariencia, una ciudad normal. Heidi presenta un popular programa de radio centrado en el rock duro; un día, recibe un vinilo promocional de una banda llamada The Lords. La música, extraña y siniestra, la deja profundamente turbada, provocándole pesadillas y alucinaciones. (FILMAFFINITY) [+]
25 de abril de 2013
32 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película para saborear en el primer mordisco. Es un film que nos habla del triunfo del MAL con mayúsculas, y como tal hay momentos en que escapa de nuestro raciocinio y del convencional concepto que tenemos del cine de terror. En ese sentido algunos medios han llegado a calificarla como ritual satánico más que película (!!!). Evidentemente The Lords of Salem es la apuesta más arriesgada y personal de su autor hasta la fecha, y para el que escribe también la más redonda. Y esto lo digo siendo consciente de que habrá espectadores que no soporten su psicodelía, su espíritu art-house y su impronta vintage. El film hace un inteligente uso de las típicas premisas del género y se atreve a subvertir los cánones en un salto al vacío sin precedentes en el cine de Rob Zombie. Sin ningún ápice de duda tiene una de las mejores iluminaciones/fotografías en un film rodado en formato digital (¡¡sólo ha costado 2,5 millones de dólares!!!). Gran trabajo de Brandon Trost. La cámara estática o en movimientos sugerentes, el brillante uso del fuera de campo o los distintos ángulos resultan necesarios para crear la atmósfera malsana que pretende. La planificación y composición están meticulosamente elaboradas hasta el punto de no palidecer ante una obra de Stanley Kubrick, uno de los mayores referentes del film. No es la única influencia, durante el metraje recuerda a multitud de autores outsider como Ken Russell ("Los demonios", "Altered States"), Kenneth Anger ("Lucifer Rising"), Alejandro Jodorowsky ("Santa Sangre", "The Holy Mountain"), Dario Argento ("Suspiria"), David Lynch ("Cabeza borradora"), John Carpenter ("El príncipe de las tinieblas"), Andrzej Zulawski ("La posesión"), Juan López Moctezuma ("Alucarda"), John D. Hancock ("Let's scare Jessica to death"), y sobre todo, Roman Polanski (la caracterización de las brujas bebe de "Machbeth" y "La semilla del diablo", y la protagonista recuerda a los de "Repulsión" y "El quimérico inquilino"). Una perfecta mixtura entre lo Europeo y lo Americano.

La música provoca esa sensación de "maleficio" y tono primitivo que buscaban, junto a otras piezas más dramáticas y algunas canciones populares (nunca más escucharemos la canción "All Tomorrow's Parties" sin asociarla a la película) componen una variada BSO, otro de los pilares del largometraje. La poderosa utilización del sonido también le da ese punto bizarro. Meg Foster y Dee Wallace son las grandes roba-escenas del film, realmente esforzadas y aterradoras en sus papeles. Judy Geeson y Patricia Quinn regresan a la pantalla tras una larga ausencia, y son otros dos aciertos en el soberbio casting. Gloriosos los planos y diálogos que Zombie les regala con gran predicamento. Bruce Davison, Maria Conchita Alonso y Ken Foree completan el cupo de veteranos. Y mucho ojo a los brevísimos cameos de Andrew Prine, Lisa Marie, Barbara Crampton (¡al final tiene plano!), Sid Haig y Michael Berryman.

Realmente Zombie ha materializado sus intereses, no deja indiferente, tiene todos los votos para ser de culto, te preguntarás que es exactamente lo que has visto, volverás a ella una y otra vez, madurará en tu mente y te provocará pesadillas. Una película ATEMPORAL.

Pura Delicatessen.
Sirope
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