Ya hace diez años que salió está película y hasta hace poco no sabía ni que existía. Y un amigo mío me habló de ellla pasando junto a un quiosco (como una escena que sale en la película). Y le dijé: vale, la veré.
Y hoy la ví. Me agradó sobremanera. Es una maravillosa manera de hacer cine.
Coges a un estafador de poca monta, lo unes a uno casi maestro (eso es lo que creía él) y pones en sus manos un timo perfecto. Resultado: maravilloso, sublime, tragicómico, esperpéntico, casi mágico.
El guión es fácil de digerir y con unos giros maravillosos y unos personajes muy bien hechos. Tiene un punto cómico muy interesante (una mirada argentina, podría llamarse), y una música de acompañamiento muy depurada y muy buena.
Podría estar así mucho más tiempo.
El final es apoteósico.
Y otra cosa más, hacia mucho que una película no me arrancaba una sonrisa tan grande al acabarse.
Solo: pasen y vean.