Ya no nos queda nada, amigos. Me llena de odio y de vergüenza que un tipo que se cargó con su silencio a yugoslavos, iraquíes y demás, nos venga a decir lo que le pasa al planeta. Gracias, ya lo sabíamos. Gracias, no te apuntes al carro a destiempo y quieras ser el rey. Por favor la próxima vez que vayas a recoger el premio Nobel más vergonzoso de la historia, no vayas en tu Jet privado. Por favor, la próxima vez no cobres tanto por dar conferencias a empresarios. Por favor si al final el planeta no explota y puedes seguir viviendo en tu mansión acuérdate de mejorar la vida a los pobres, al tercer mundo y esas cosas, que también están muy bien vistas, seguro que te darán otro Nobel y yo me podré comer mis palabras. Hasta entonces, espero que todo reviente, porque sabré que la gente como tú ya no podrá joder más a la gente como yo y tu desgracia me hace feliz. Esto de cambiarse de chaqueta, me recuerda a los franquistas, que se cambiaron de peinado y se volvieron democráticos.