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Voto de Martes Carnaval:
7
Thriller. Terror César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le ... [+]
29 de octubre de 2011
106 de 127 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del cine de género hay dos categorías en las que a primera vista se podría encuadrar esta película: el cine de terror y el cine de suspense. El cine de terror tiene la finalidad de provocar miedo. Una de las causas de su éxito se debe posiblemente a que los excesos que refleja alejan la acción de la realidad diaria, contribuyendo así a exorcizar otros miedos más próximos y tangibles. El cine de suspense trata de mantener una tensión mediante una planificación de escenas en las que se va desentrañando progresivamente una realidad que a primera vista se presenta envuelta en misterio.

Creo que "Mientras duermes" no pretende sembrar el pánico en la sala; es más bien cine de suspense, aunque no desvela a lo largo de la proyección grandes secretos que estuvieran ocultos en un principio. Podríamos hablar, forzando la definición, de thriller psicológico, que es aquel subgénero de cine de suspense que contempla una lucha psicológica entre los protagonistas (víctima y verdugo —que pueden coincidir en la misma persona si ésta tiene una personalidad desdoblada— o perseguidor del delito y delincuente). Pero el subgénero en el que se incluiría con mayor precisión sería el de thriller psicopático, aquél que gira en torno al mundo de una personalidad tarada. Este tipo de cine conduce inevitablemente a una película de actor.

Luis Tosar interpreta sobresalientemente un papel, que le consolida en la elite de la interpretación mundial. Rara vez encontramos en el cine un personaje, como el interpretado por este gran actor, tan nocivo, vil, infame, perverso y cobarde, que además nos es exhaustivamente explicado, porque todo lo que pasa está narrado por él o visto desde su óptica. Su motivación para hacer las atrocidades no es la venganza, ni el dinero, ni tan siquiera el sexo, es la satisfacción de ensañarse con la inocencia, de acabar con la alegría del mundo, en las víctimas que tiene a su alcance. El calificativo que mejor se le ajusta es el de sabandija: reptil pequeño, pero de los más perjudiciales y molestos, ya que es sumiso en público y únicamente poderoso ante alguien vulnerable. Es un "Gran Hermano" de andar por casa, es decir un "Pequeño Hermano": que vigila, controla, condiciona, altera y malogra la vida de quienes tienen la desgracia de colocarse en su punto de mira. Profanador del hogar, que es para todos el lugar por antonomasia de confianza, de previsibilidad, rutina, satisfacción y seguridad. Sentirse en casa es sentirse a gusto, es no tener sobresaltos, saber a qué atenerse, tener al alcance un mundo propio. Y es precisamente ahí donde este ser despreciable somete a sus bajezas a quien está completamente indefenso.

La película de Balagueró, en la que abundan sucesos inverosímiles, como alumbrar a partir de unos modestos huevos toda una plaga de cucarachas que, encima, no son fotófobas, se justifica por haber sabido crear un ambiente inquietante y, sobre todo, por habernos obsequiado con un villano antológico.
Martes Carnaval
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