Debemos reconocer que los hermanos Cohen se cuelan con acierto para desentrañar las coordenadas empíricas que ocultamos en nuestro sistema cognitivo. Saben como adentrarse en sentimientos, contradicciones, miedos, dudas; hasta llegar a distinguir y diferenciar ese afán por mantenernos fieles a un "algo" que todos trasladamos con mayor o menor eficacia.

Los Cohen siempre sorprenden; me gusta su trabajo, aunque en ocasiones fluctúe balanceado hasta hacernos titubear... Al final siempre convencen.

Es interesante, pero la calificaré como buena en mi votación.