The body es, a modo de burdo resumen, una novela de crecimiento. La peli toma la idea principal, cuya base y contundencia se encuentra en la simpleza de lo que pretende transmitir, y lo desarrolla de forma efectiva, aunque con ciertas "maneras" extrañas.

Cuatro chicos al borde de la adolescencia inician un viaje en busca del cuerpo sin vida de un muchacho. En paralelo, otro grupo de jóvenes, sólo que de mayor edad, emprenden la misma aventura, en clara confrontación con los protagonistas. La peli es cálida, sin vueltas, focalizadamente terrosa, sensitiva, amena. Reiner hace todo lo posible por otorgarle a los cuatro muchachos una identidad definida, un perfil determinado. A su vez, dentro del grupo de los cuatro se genera una división en dos grupos de dos, cada cual con sus afinidades e historias personales. Sin embargo, en la búsqueda válida por la sencillez narrativa Reiner vuelca elementos que aluden a un pasado demasiado evasivo, en donde los flash backs no sólo no terminan de complementar la trama, sino que por momentos pareciera que estuviesen de más.

Esto no sólo sucede con los datos personales de cada chaval, también se presenta en esa atmósfera típicamente "King", dentro de la cual hay una violencia implícita en el argumento, tanto en el punto de partida (ir a ver a un jóven muerto), como en el aparente choque entre ambos grupos/fuerzas, que nunca llega a consolidarse. Las causas son claras: en su intento por allanar los caminos narrativos y expresar abiertamente cuestiones afectivas, Reiner desliza conflictos que, al no tener el espacio suficiente dentro del guión, terminan por acoplar, no complementar a la peli. El desenlace de confrontación entre ambos grupos es clara evidencia de ello, de hecho si el segundo grupo se eliminara de la trama principal, casi nada cambiaría.

Efectiva desde lo que busca, pero confusa en sus últimas intenciones, Cuenta conmigo nos deja la sensación de ser una obra que consigue lo que se propone con mucho menos de lo que en última instancia nos ofrece.