Las rosas rojas de EEUU no son tan perfectas como parecen a simple vista.
La ordinariez, la música de ascensor y la nula vida sexual invaden a la familia americana.
Este ocurre cuando la vida deja de tener sentido.
Cuando solo pensamos en el ombligo de la amiga de nuestra hija.
Cuando cambian las cosas y de pronto ves la vida de una manera.

Hasta el gran final. Sorprendente, genial y sin ningún estereotipo.
Se demuestra que la belleza no es eterna. Que nuestra vida puede cambiar y dirigirla en otra dirección. Que lo mediocre puede resultar encantador y atractivo. Solo por eso "American beauty" es una obra maestra. Las demás películas de Sam Mendes solo confirman su talento de director creativo y diferente a los arquetipos que a día de hoy abundan en Hollywood.