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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
7
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
30 de enero de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la era de las adaptaciones del cómic, superhéroes, y secuelas sobre-explotadas (Hollywood apuesta sobre seguro, ahora más que nunca, crisis mediante) llega el casi octogenario maestro (79) y nos descubre a un auténtico héroe –en toda la dimensión de la palabra-, de los de carne y hueso: Nelson Mandela.“Invictus” es una película cercana, todo lo que cercano que puede parecer Mandela.
En cada fotograma del film se destila lo que el viejo e hiperactivo Clint ha querido hacer: contar, transmitir, aunque suene idílico, que un mundo mejor es posible. Se enamoró del proyecto, o mejor dicho, de su protagonista: Madiba. Y lo cierto es que Morgan “Mandela” Freeman no podía haberlo hecho mejor. Me atrevo a decir que a pesar de su dilatadísima carrera (72 años, oscar en “Million dollar baby”, y podría repetir), este papel va a ser muy, muy recordado en su filmografía. Me parece, asímismo, que el jefe de los escoltas hace, un gran papel, al igual que Matt Damon que asume con elegancia su rol, no intenta lucirse y encaja a la perfección.

En cuanto al film en sí, no es absolutamente redondo, y queda patente que no es lo mejor de su director (es lo que tiene tener tantas obras maestras en tu currículum). Es posible que, entre otros defectos, a Clint o a su montador, Joel Cocks, se la haya ido la mano un poco en el montaje. No solo lo digo yo, lo dice John Carlin, autor de “El factor humano”, el libro en que se basa el guión. “Quizás habría recortado el partido final unos minutos” o “proporcionalmente hay más [rugby] que en mi libro”. Efectivamente, además, se recrea demasiado con la cámara lenta.
Echo de menos ver (espiar si acaso es la palabra) más tiempo ese vestuario por dentro, lo que se cuece en él, cómo funciona el grupo, cómo se motivan, casi más que el partido en sí. Me parece muy ilustrativa (magistral) la escena de la cerveza.

Por otra parte, uno de los mayores aciertos consiste en crear el microcosmos del país en el propio equipo de seguridad del presidente (aunque pueda parecer que simplifica, de cara al espectador es altamente ilustrativo). El tema de la seguridad tiene una importancia capital a lo largo del film (con sorpresita en forma de susto incluída).

Con esto, pretendo aportar algo de objetividad. No porque lleve la fabulosa marca de Malpaso (y eso que es empezar, verla y emocionarse) todo es perfecto. Con todo, la peor película de Clint (y no es el caso), es la mejor de muchos, muchos directores.

En definitiva, aunque no es la obra maestra que sus miles de seguidores esperábamos, consigue un altísimo grado de empatía, acercarnos un poco la extraordinaria figura de Nelson Mandela y seguir creyendo que las causas perdidas tienen su razón de ser.

“Compasión, templanza y generosidad”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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