Si bien Walter Hill es un tanto pueril en sus películas, en Calles de fuego es exageradamente infantil hasta el punto de llegar a ser una de sus películas mas decepcionantes. En esta película este afamado director nos ofrece banalidades tales como interpretaciones baratas acompañadas también de , en el mal sentido de la frase, acción increíble. En lo épico, aburrida y monótonamente utópica. Demasiado maniqueísmo: el bueno muy bueno, el mejor, el malo muy malo, el peor y el feo, feísimo. No hay termino medio. Michael Paré ... nefasto, no logra transmitirme nada. Diane Lane, muy guapa y ... nada más. Lo único moralmente bueno que creo poder aportar a la crítica en estos 93 largos minutos son los 15 que le entrega a Dafoe, siempre cumpliendo. Y también esa escena en que los afroamericanos cantan Countdown to Love. Es graciosa, sentimental, buena, bastante buena.