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Voto de Palomitasconchoco:
8
Drama Jerez de la Frontera, 2012. Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con a su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño la amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2015
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tienes escrúpulos, si aún queda dentro de ti algo de corazón, si aún eres capaz de temblar de indignación ante las injusticias, Techo y comida dejará un poquito de su esencia en tu interior. Porque el drama de esta mujer señalando una situación que viven cientos de familias en un país descosido por la crisis, es uno de los trabajos más honestos, concienciados y directos que el cine español ha logrado en los últimos años.

El argumento es el que cientos de veces hemos visto en los informativos, el de la herida social que la burbuja inmobiliaria ha dejado tras de sí. Una mujer joven, madre soltera, se enfrenta al paro, a la desesperación y a una amenaza de desahucio. Ella luchará desesperadamente por revertir una situación cada vez más complicada y esa es en esencia la historia que nos relata Techo y comida, la lucha de un ser humano por lograr la dignidad.
El hecho de que Techo y Comida tenga ese efecto tan devastador sobre las conciencias, se debe principalmente a dos factores, un guión sutil y sobresaliente y una actuación prodigiosa de una Natalia de Molina que simplemente se sale.
La historia de Techo y comida es una progresiva bajada a los infiernos de un personaje luchador y bueno en esencia al que las circunstancias empujan al abismo. Rocío, madre soltera en paro intenta sostener su vida y la de su hijo en circunstancias dramáticas que poco a poco van empeorando. El guión hilvana este descenso con sutileza, con una coherencia y un realismo tal que marcan el agudo retrato de las víctimas colaterales de la crisis. Cada escalón que se baja parace lógico e irremediable, la sensación de impotencia te abraza cada vez más conforme avanza la película. Además, la historia de Rocío y su hijo está salpicada de pequeños detalles entrañables, de muestras simbólicas de cómo avanza la sociedad mientras otros se quedan al margen, que dan lugar a la reflexión y a tener al menos una mirada de consternación ante hechos descritos de una forma tan realista.
El otro punto fuerte de la película es la magistral actuación de Natalia de Molina, demacrada hasta los poros por la pobreza y que en las escenas de lucha y desesperación es elevada a unos niveles interpretativos prodigiosos. Al menos merecería estar desde ya entre las candidata finales al Goya a la mejor actriz ya que borda y transmite una emoción que le dan el empujón final que necesita la película para hacerse grande ante los ojos del espectador. Natalia de Molina ya recogió el galardón a mejor actriz en el Festival de Málaga y en el Festival de Cine Indie de Albacete (Abycine) y a buen seguro que le quedan un buen puñado de estatuillas por recoger tras una interpretación sobresaliente.

Acompañan bien los actores secundarios de la trama que, eso sí, dejan casi todo el protagonismo a Rocío, ya que la cinta elude las tramas secundarias y deja la participación de otros personajes en meramente testimoniales.
Si algo se le puede achacar a la cinta es su compromiso. Hay ideología en cada segundo de metraje, hay un claro viraje hacia la Izquierda pero ¿Acaso hay otra manera de afrontar un tema tan delicado y vergonzoso como este? La frase final con la que acaba la película lo dice todo: ¿A ti quién te rescata?

http://www.viveiberoamerica.com/techo-y-comida-y-a-ti-quien-te-rescata/
@Iberoamericavi
Palomitasconchoco
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