Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de polvidal:
2
Romance. Drama. Comedia Holly Kennedy (Hilary Swank) es una joven viuda que trata de encauzar nuevamente su vida tras la muerte de su querido marido Gerry (Gerard Butler), al que amaba sobre todas las cosas. Pero un día, con motivo de su 30 cumpleaños, descubre que éste le ha dejado varias cartas, todas con la misma postdata: PD: Te quiero. Obsesionada con las misivas y su contenido, la madre de Holly (Kathy Bates) y sus mejores amigas Sharon (Gina Gershon) y ... [+]
14 de julio de 2008
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los espectadores que suelen fijarse en esos detalles, y los que no también, se llevarán las manos a la cabeza en cuanto comprueben la cantidad de veces en las que aparece en pantalla el micrófono de ambiente y demás artilugios cinematográficos en ‘Posdata: te quiero’. Cuando el micro casi se convierte en un personaje más de la película uno termina por plantearse si en realidad nos estarán colando la cinta del ‘Así se hizo’ en vez de la original.

Es sólo una muestra de hasta que punto esta producción se toma en serio a sí misma y, por consiguiente, al espectador. El argumento y los diálogos terminan de corroborarlo: nadie creía en ‘Posdata: te quiero’ y la única forma que han tenido de salvarla es mediante una impresionante campaña de publicidad. La misma que tuvo la cortesía, o la desfachatez, de invitarme a su preestreno, cuando en realidad la invitación debería ir bien acompañada de un cheque en blanco.

La gran pregunta que plantea esta película es quien demonios sobornó a Hilary Swank para que interpretara el papel principal. La actriz que ha logrado dos Oscars con los brillantes personajes de ‘Boys don’t cry’ y ‘Million dollar baby’ no tiene nada que ver con la escuálida jovencita de prominente dentadura que aquí nos presentan. Encarnando a la pobre viuda Holly, Swank desmerece su talento y se aproxima al nivel de actrices más comerciales, y mucho más idóneas para este tipo de filmes, como Jennifer Garner.

Ni los esfuerzos en vano de Lisa Kudrow por deshacerse de su papel de Phoebe en ‘Friends’ ni el interesante cambio de registro de Gerard Butler tras su fibrado paso por ‘300’ logran sacarle la punta a un guión más flojo que el de la media de comedias románticas al uso. Si la intención de la película era demostrar, tal como reza su eslogan, que el verdadero amor nunca muere, su argumento plasma justamente lo contrario: más vale morir sin amor que con este tipo de demostraciones crueles. Y es que sólo a un sádico retorcido se le ocurriría martirizar a su novia, todavía recuperándose de la pérdida, con mensajes de voz y cartas diarias.
polvidal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow