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España España · Barcelona
Voto de polvidal:
7
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
10 de diciembre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es de extrañar que la mayoría de críticas de Biutiful hagan referencia a la Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen. Son tan descaradamente opuestas, y tan recientes ambas, que resultaría casi un sacrilegio no compararlas. Mientras el director venido a músico de jazz nos presentó una Barcelona bucólica, donde las bicicletas campaban a sus anchas por kilómetros de césped y hasta las putas irradiaban felicidad, Iñárritu ha decidido situarse en el extremo radicalmente opuesto. Una Barcelona degradante que va asfixiando hasta la muerte a los más desfavorecidos. Pues ni tanto ni tal calvo, señores.

Ni Barcelona es como la presentan el alcalde Hereu y compañía ni como la pinta su adversario político, para que nos entendamos. Si a Woody Allen esa imagen perfecta de la ciudad le sirvió para contentar a sus acaudalados productores, a Iñárritu la urbe marginal le funciona como telón de fondo perfecto para otra durísima historia sobre el llamado cuarto mundo, ese que subyace tras el escaparate turístico. Aunque sin duda la gran diferencia entre ambas producciones es que Barcelona en Biutiful no es el reclamo. Aquí el aliciente, y con toda la razón del mundo, es un Javier Bardem que sobrepasa los límites de la maestría.

No importa que la película adopte una actitud tremendista ni que exagere hasta límites inverosímiles la tragedia. Tampoco trasciende que el guión por momentos se vuelva previsible, hasta el punto que los acontecimientos se pueden prever con minutos, incluso horas, de antelación (sí, el filme se alarga innecesariamente hasta las dos horas y media). Qué más da que Maricel Álvarez, la actriz que encarna a la mujer de Bardem en el filme, se contagie del comportamiento bipolar de su personaje con algunas sobreactuaciones. Lo que fascina de Biutiful es la capacidad de Bardem para hacernos olvidar esos flecos.

Con su papel de Uxbal, el actor se consagra como el más destacable de nuestro país. Sólo alguien de su envergadura podría acometer un personaje con tantos matices. Un padre al borde de la muerte con dos hijos pequeños, que mientras se aprovecha sin demasiados escrúpulos de los más desgraciados mantiene un rincón en su conciencia para los remordimientos. Biutiful es comprobar la frialdad de Uxbal capitaneando una mafia de explotación de inmigrantes para, minutos después, verlo derrumbarse por la impotencia. Biutiful es asistir con la piel de gallina a la confesión más dolorosa de un padre. Biutiful es, sin duda, Javier Bardem.
polvidal
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