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Voto de rocio_al_ma:
9
8,1
20.154
17 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, reconozco que soy de fácil impresión, el cine me conmueve y encoge con facilidad. Lloro, grito y aprieto la mano de cualquiera que sea mi acompañante. Pero... eso no quita que deba decir que ''Días de vino y rosas'' sea pura emoción y desgarre comprimido en casi dos horas de película.
La película empieza rozando la comedia, claro que está que para mí Jack Lemon ya me viene asociado a este género. Es de esos actores que tienen facilidades para hacerme reir... Buenos momentos y ligeras escenas, donde el tercer protagonista ya va dejándose ver una y otra de manera sutil y casi sin importancia. Lee Remick aparece espléndida, un personaje coqueto y divertido (no olvidemos el primer beso, uno de los más divertidos que he visto, sin duda). El personaje de Remick hace un cambio radical en la película, transformándose poco a poco en lo que ella considera que es la esposa perfecta. Ella y él, él y ella, lentamente absorviéndose por el tercer protagonista de la historia, el whisky que antes carecía de importancia, aquel que sólo les acompañaba a cenar y a alguna fiesta (asuntos laborales para él), ahora se ha convertido en algo indispensable para ambos.
Impresionada salí del cine, impresionada me dejó Lemmon en tantas escenas desgarradoras... No creo que sea una película sobre los problemas de alcoholismo, creo que es una película de AMOR, amor en estado puro, y sobretodo, amor propio... aunque no todos lo encontraran.
La película empieza rozando la comedia, claro que está que para mí Jack Lemon ya me viene asociado a este género. Es de esos actores que tienen facilidades para hacerme reir... Buenos momentos y ligeras escenas, donde el tercer protagonista ya va dejándose ver una y otra de manera sutil y casi sin importancia. Lee Remick aparece espléndida, un personaje coqueto y divertido (no olvidemos el primer beso, uno de los más divertidos que he visto, sin duda). El personaje de Remick hace un cambio radical en la película, transformándose poco a poco en lo que ella considera que es la esposa perfecta. Ella y él, él y ella, lentamente absorviéndose por el tercer protagonista de la historia, el whisky que antes carecía de importancia, aquel que sólo les acompañaba a cenar y a alguna fiesta (asuntos laborales para él), ahora se ha convertido en algo indispensable para ambos.
Impresionada salí del cine, impresionada me dejó Lemmon en tantas escenas desgarradoras... No creo que sea una película sobre los problemas de alcoholismo, creo que es una película de AMOR, amor en estado puro, y sobretodo, amor propio... aunque no todos lo encontraran.