Esta es otra de esas películas de corte eminentemente gay en la que se mete a un heterosexual que luzca torso para que alguna mariquita le vaya a la caza. Es el tan manido tema de un homófobo que tiene que convivir con un homosexual y se ve en la necesidad de codearse con toda la fauna gay del entorno. El hecho de utilizar italianos macizos como personajes heterosexuales machistas de religión cristiana ya es una de las razones para decirle al guionista que no vuelva a escribir nada sobre la homosexualidad hasta que sepa realmente analizar en profundidad a los personajes aunque quiera tratarlos en tono de comedia. El guionista es el mismo director de esta obrita americana y parece ser la única que ha realizado en toda su vida desde 1997. Ya pueden imaginarse la confianza que les daba a los productores con estos antecedentes. Ni por ver el torso al machito italiano, que tampoco se le ve tanto, pierdan el tiempo.