Estamos ante la serie por excelencia de los adolescentes del momento. Aclamadísima porque, como todos sabemos, tenemos a los cuatro buenorros y buenorras de turno liándose hasta con las piedras, peleándose con todo cristo e incluso amenazando de muerte a la mismísima directora del instituto.
Si nos fijamos en el reparto, sólo destaca Nuria González y la directora del colegio (que hacía de Victoria en Cámera café), porque el resto no son más que cuatro pringados que se creen los amos del mundo con sus tonterías y gilipolleces de crios de preescolar.
Hay un sinfín de sucesos tan horripilantes que te dan ganas de buscar a su creador y hacerle tragar toda la serie en DVD con un poquito de vinagre, de ellos es la culpa de que los jóvenes de ahora estén tan apoyardaos que no quieran hacer otra cosa que imitar lo que ven en esta serie... Si esto es lo que tenemos que esperar de las futuras generaciones estamos bien jodidos. Además fomenta la triste idea de que los empollones son escoria y que las drogas, el alcohol, el sexo sin condón y la falta de respeto a los mayores son lo más de lo más, sin importar que el resto de críos reales lo acaban haciendo tarde o temprano. No me parece nada apropiada para el mundo en qué vivimos, más si tenemos en cuenta que tal y como está ahora la cosa hay que apoyar a los chicos a que saquen adelante este planeta y no hundirlo cada vez más con mierdas como esta. Malísima, mal interpretada, con pocas luces y demasiado provocativa. Tampoco hace gracia nunca y cabrea al espectador. Un delito que yo denunciaría por auténtica corrupción de menores.