La historia da de sí...un gólem sitiado en una fortaleza ocupada eventualmente por nazis quiere resurgir, por lo que intentará aliarse con un judío. Los actores, de relumbrón...no se explica qué pasó entonces. Tanto los actores como el gólem, muy desaprovechados. La película consigue a duras penas mantener el interés en pos de una batalla épica final...que no podría ser más previsible y anodina. Salvar del naufragio a Prochnow y a Glenn, que bordan dos papeles muy diferentes y, como ya he dicho, a los que no se les saca el jugo que debería.