En el valor de educar, reside la semilla sobre la que germinan ese virus que contamina el mundo: el amor negligente: dos infelices frotan el pellejo un rato para vomitar a éste mundo una nueva criatura. Y eso sucede cada día.

Canino bien podría compararse con Frankenstein: causas y consecuencias de una no-educación y de aprender los signos y símbolos que rigen nuestra existencia de forma errónea y pervertida por valores inhumanos: si Frankenstein pagó las consecuencias de engendrar a su "bestia" a la cual abandonó al desamparo y brutalidad real. La criatura aprendió a asociar muerte con amor, venganza con paz y retribución con satisfacción. También en Matrix se vuelve a referenciar las consecuencias del autoengaño producido por el propio lenguaje de "la Matriz". E incluso sentir placer de la inconciencia autoinducida, (Cyber)

Lanthimos va más allá, y se burla de Saussure y Charles S. Peirce, al dar media vuelta a la Teoría General de los Signos. No plantea preguntas, se parte los brazos a puñetazos con el espectador: ¿Es correcta la educación qué recibimos? Las asociaciones inconscientes que nos transmiten nuestros padres, profesores y el propio entorno, ¿Se corresponde de verdad con nuestra verdadero proyecto como seres humanos?

No es un película, es un manual de cómo educar a un ser vivo tanto para bien, como para mal. Y la película incide en cómo cada núcleo familiar puede ser un pequeño microcosmos donde las pesadillas más salvajes, pueden ser tomadas como marco referencial, indiscutible y supremo.

Es un juego continuo de perversiones malévolas, donde se ningunea/anula la capacidad crítica de la mente, y se manipula la sinapsis quedando los personajes como marionetas inermes de aquello que trasciende su control y yugo crítico. Pero al igual que "En la Casa de Bernarda Alba", toda "sentencia" era tomada como referente inmutable, (el riguroso luto que escondía las miserias ornamentadas como escudo frente "al qué dirán") también hay entes díscolos dispuestos a todo por romper las cadenas y salir de la cueva.
Así que antes de plantearte:
"Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos..." (Trainspotting)

Mejor echar un vistazo a Canino, y plantearnos la siguiente pregunta ¿Es correcta la educación que he recibido de mis padres? ¿Soy realmente libre? O sólo soy esclavo de mis propios prejuicios y metas basados en valores cincelados desde el más absoluto primitivismo. Nunca una película retrató tan bien aquello que en las facultades se enseña tan mal.... La vida es sueño...