Al parecer esta cosa "hizo a Tarantino levantarse de su asiento", o algo así. No me extraña lo más mínimo, a punto estuvo de conseguirlo también conmigo.
En mi modesta opinión hay una sola cosa destacable en esta película: la fotografía, que es realmente brillante. Las escenas rodadas en el lago son para mí las mejores, pero el resto tampoco desmerece.
Más allá de eso, esta obra no se aguanta por ningún lado, con un guión que intenta ser complejo y solo consigue ser confuso, y unas interpretaciones de auténtico bochorno. De hecho en ocasiones tuve la sensación de que cualquier grupo de teatro aficionado le daría sopas con honda al elenco entero de esta película. No obstante, no son solo los actores los que parecen aprendices poco aventajados. Toda la película, dejando a un lado el aspecto visual, es una chapuza de principio a fin. De hecho en algunas escenas he llegado a pensar si no se trataría en realidad de una película humorística, solo que sin puñetera gracia.
En realidad lo que de verdad me intriga es la manga ancha y el snobismo que muestra gran parte de la crítica y del público ante cualquier bodrio que provenga de Asia, y especialmente de China. "Notabilísimo thriller", "espléndida radiografía", "deslumbrante", "magnético", "memorable" son solo algunos de los calificativos empleados. Como para hacérselo mirar.