Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Scott Carey:
4
Acción. Thriller Un experimentado ingeniero de ferrocarriles (Denzel Washington) está a punto de ser despedido de su empresa, pero antes conoce al novato (Chris Pine) que lo va a sustituir. La situación cambia cuando un tren lleno de un peligroso combustible empieza a saltarse estaciones a toda velocidad poniendo en peligro la vida de miles de personas. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2010
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película parte de un concepto no sé si puramente original, pero como mínimo poco explotado en el cine de acción. El ferrocarril es un medio de transporte poco dado al género de catástrofes, más frecuentado por barcos o aviones. La idea, pues, parecía a priori atractiva. Lamentablemente, viendo los diez primeros minutos del film te das cuenta de que no estás delante de una historia especialmente singular. Los personajes, situaciones, diálogos y actitudes son los mismos que hemos vistos en tantas y tantas películas de su misma índole. Los responsables del producto saben muy bien a qué tipo de público va dirigido, y no realizan la más mínima concesión al espectador más adulto. De esta manera, las situaciones más inverosímiles se suceden la una a la otra, sin importar cuan risibles parezcan a los ojos de un público que exige un mínimo de coherencia argumental además de la consabida dosis de acción trepidante.

Tony Scott vuelve a marear, como ya hiciera con su anterior film “Asalto al tren Pelham 123”, con su peculiar montaje de planos ultra-rápidos. Esto, no cabe duda, dota a la película de un ritmo intenso y descontrolado, tanto como el tren sin conductor que da título a la cinta, pero no logra ocultar las carencias, que son muchas, de un guión pueril. El buen oficio de Denzel Washington se ve desdibujado al adoptar unas formas tan repetitivas que da la impresión que su personaje ha protagonizado alguna otra película que hemos visto anteriormente.

En definitiva, un film en el que sabes desde un buen principio cual va ser el final. Solo apto para un tipo de espectador más interesado en las formas que en el fondo. Un ejemplo perfecto de cine comercial estadounidense. Un género en el que Tony Scott se mueve como pez en el agua.
Scott Carey
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow