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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
8
Drama Sentaro tiene una pequeña pastelería en Tokio en la que sirve dorayakis (pastelitos rellenos de una salsa llamada "an"). Cuando una simpática anciana se ofrece a ayudarle, él accede de mala gana, pero ella le demuestra que tiene un don especial para hacer "an". Gracias a su receta secreta, el pequeño negocio comienza a prosperar. Con el paso del tiempo, Sentaro y la anciana abrirán sus corazones para confiarse sus viejas heridas. (FILMAFFINITY) [+]
14 de enero de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sentarô (Masatoshi Nagase) tiene una pequeña tienda donde vende dorayaki, una famosa repostería dulce en Japón, son una especie de panqueques con un relleno llamado An, que es una pasta realizada con judías rojas. Su escasa clientela la componen un grupo de colegialas, y en especial Wakana (Kyara Uchida), con quien el protagonista ha establecido una relación especial a sabiendas de lo complicado de su vida.

Un día también recibe la visita de Tokue (Kirin Kiki), una anciana que le solicita trabajo, ella tiene la mejor receta de An de la historia, por ese detalle, tras rechazarla inicialmente, decide aceptarla. Gracias a esta ayuda el negocio comienza a prosperar, la anciana irrumpe en la monotonía de su insatisfactoria vida y trabajo. Estos tres personajes, son el eje central del relato, los tres con lesiones tanto externas como internas que intentarán sanar en conjunto.

Nuevo largometraje de la realizadora japonesa Naomi Kawase, con guion suyo basado en una novela homónima de Durian Sukegaw. Cuenta con una historia sumamente sencilla pero hermosa, donde la directora llena la pantalla con su sensibilidad acostumbrada, tanto en el sentido argumental como en el visual.

La película maneja un ritmo calmo durante los 113 minutos de metraje, cine contemplativo para observar con calma, adentrarse en los detalles, en la cotidianidad de los personajes, y en la naturalidad de las interpretaciones. Un elenco y una trama donde no hace falta mucha bulla o giros argumentales de grandes dimensiones para llegar al espectador.

En eso radica la importancia de filmes como el presente, que recuerdan que de la sencillez se puede sacar mucho, siempre y cuando la realizadora tenga una mirada de lujo, como ya lo ha demostrado Kawase, y que además se rodee de un gran equipo de trabajo.
10P24H
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