Revolucionaria, encomiable producción, animación arriesgada, excelentes storyboards, muy poco común para una serie de televisión. Creatividad sin precedentes.

Todos estos calificativos para una serie que cambió la manera de hacer historias en el anime, de la época dorada, a veces incomprendida pero a la vez una serie de culto.

Y cuenta con el sello de Mamoru Oshii a cargo de muchos episodios, haciendo historias muy vanguardistas y de autor, siendo un poco un spin off del manga y usando los personajes y ambiente de la serie en provecho de un tema o ideas personales. A mi modo de ver una manera de añadir episodios brillante, luego la adaptación de los volúmenes tiene la frescura, juventud, genialidad y ternura propias de Rumiko Takahashii y nunca carente de ironía, humor slapstick, referencias de Japón o al pop.

Si tienes ganas de reir o tienes predisposición a ser un experto en Anime, esta serie no te la pierdas.