"Carretera Perdida" es, dentro del cine “lógico” de Lynch, la más enrevesada y difícil de explicar, tanto que hay que tirar de lo paranormal y la fantasía (aparte de echarle mucha imaginación).

Pero David Lynch no necesita contar una historia coherente y fácil, ni dar explicaciones, para crear otra gran película llena de grandes interpretaciones (Bill Pullman, Patricia Arquette y Balthazar Getty), elementos sorprendentemente puros de terror y suspense, thriller, sadomasoquismo y personajes infernales en un montaje que baila continuamente entre la estética de cine negro y el videoclip. Además encontramos actores “extraños” como Robert Blake (acojonante), Gary Busey o Marylin Manson, y por supuesto la música de Angelo Badalamenti, mezclada con temas de Rammstein y David Bowie.

Una buena muestra del Lynch más siniestro.