Dos años después de que Donnie Yen hubiera hecho una de las mejores películas de artes marciales que se recuerdan, Wilson Yip realizó de nuevo, la segunda parte, una nueva entrega que de nuevo nos deleitan con lo mejor de las artes marciales, con un gran cúmulo de coreografías, su parte dramática y con un estilo "Rocky" en su segunda mitad que moló y mucho.
Esta segunda parte sigue los acontecimientos de la primera y aquí "Yip man" se vuelve a enfrentar con un duro rival, con un maestro local y sus aprendices, realizando unas enormes escenas de peleas, con coreografías míticas y deleitando al público con sus acrobacias, teniendo tiempo también para su vida personal, su filosofía, sus frases que marcan y en su segunda mitad elaboran una película tipo "Rocky", con algunos combates de boxeo que si bien puede que a algunos no les guste esta mezcla y sea un poco copia de la película anteriormente mencionada, pero creo que pega y muy bien con la historia, todo tiene un porqué y aquí lo tiene, con un par de combates espectaculares y con un enorme acierto mezclar el boxeo con las artes marciales, saliendo de allí un cruce de lo más original e interesante, donde lo único que se la puede achacar es la previsibilidad de lo que iría sucediendo y que no tiene una historia tan potente como la primera, aún así otra gran película de artes marciales que debe de ser visionada sí o sí, con un Donnie Yen imperial.