La verdad que la película se hace muy, muy larga; cuando la ví ya había leido que era bastante flojita y, la verdad que no andaban muy lejos de la realidad.

Todo se mueve en la vida personal de Cassius Clay, sus creencias y sus relaciones personales; por cierto, este tema se toca de una manera bastante frívola, parece ser que el boxeador tenía más punch con las faldas que con sus adversarios.

Se deja ver pero, desde luego, no es ningún clásico de la historia del cine. Para ver y olvidar casi instantaneamente.