Mi insana adicción por las comedias románticas y por el bueno de Steve Carell me llevó a ver esta película, de la cual no esperaba nada especial, mas bien, me esperaba otra comedia tonta, pero en este caso de tonta no tiene nada. Funciona.

No sé hasta que punto se le puede llamar comedia, tiene sus momentos graciosos, pero tiene un marcado espíritu de drama romántico. Nada sobresale en esta película, ni guión, ni actuaciones... pero es entretenida, y no se derrumba cuando llega el clímax como muchas otras.

Es una película bonita, donde se muestra el amor desde distintas perspectivas. No te vas a caer del sillón de la risa (si lo que buscas es eso, esta no es tu película), pero si lo que quieres ver es una comedia romántica, esta juega en una liga distinta de la gran mayoría.

Buena película para pasar el rato sin más pretensiones.