Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Bickle:
7
Thriller. Acción. Romance El joven y solitario Clarence (Christian Slater) celebra su cumpleaños como de costumbre, viendo películas de kung-fu en un destartalado cine de Detroit. Estando en la sala conoce a Alabama (Patricia Arquette), una rubia explosiva con la que tiene una noche de pasión. Ella, en realidad, es una prostituta pagada por el mejor amigo de Clarence como regalo de cumpleaños. A pesar de ello, Clarence decide alejarla de la prostitución, pero ... [+]
16 de julio de 2005
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este guión Tarantino da rienda suelta a todas las influencias cinematográficas que le han marcado. La película de Tony Scott toma como modelo al film Malas tierras de Terrence Malick, dónde del mismo modo que ocurre en el filme comentado se nos presenta una historia de amor llena de dificultades, fuertemente marcada por un contexto de violencia extrema. Las constantes referencias a las películas de Malick traspasan la propia trama, ya que des del primer momento se nos introduce la historia con tres elementos típicamente de Malick. La película empieza con unas imágenes desoladoras de una urbe industrial y deprimida, tal y como empezaba Malick en su estupenda película “Días de cielo”. Al igual que en las dos películas de Malick anteriormente citadas, el filme de Scott empieza narrándose con una voz en off femenina. Toda esta secuencia esta barnizada por una hermosa composición musical de Hans Zimmer, siguiendo casi a la exactitud la canción de Carl Orff utilizada en Malas Tierras. La historia de Mala tierras se cuenta a partir del genero road-movie, y los personajes tienen que huir después de cometer un asesinato. Todo esto también ocurre en Amor a Quemarropa, la diferencia esta en que la historia se sitúa en un contexto más contemporáneo, y que quién los persigue son unos gángsteres, personajes inevitables en cualquier film tarantiniano. Hay un momento en que el protagonista, interpretado por Christian Slater tiene más de una similitud con el personaje Travis Bickle en Taxi Driver. Comparten vestuario, estilo y motivo. Por último la película bebe mucho de los filmes de acción made in Hong Kong, y en especial de John Woo. La obra de referencia es The Killer, sobretodo para rodar las escenas de acción. En la secuencia final hay un momento donde muchos personajes de índole diversa se apuntan entre ellos creando con ello una gran tensión, parecido a una secuencia de Reservoir Dogs. A lo largo del filme se pueden apreciar las influencias que han marcado la obra de Tarantino con tan solo apreciar las películas que miran los personajes por la televisión. Y por el tipo de cine que ama el personaje de Christian Slater, el cine Kung-Fu. Él frecuenta el cine para ver películas de Sony Chiba, actor utilizado en Kill Bill a modo de homenaje.
Mención aparte se merece la creación de los personajes, su sensacional reparto y sus impresionantes interpretaciones. Hay que alabar la magistral secuencia entre Christopher Walken y Dennis Hopper, donde el primero de ellos sobresale con maestría propia, dotando a un personaje de poco metraje de un recuerdo para el espectador de difícil olvido.
En definitiva el filme logra explicar una bonita historia de amor que tiene que sobrevivir a la persecución de unos gángsteres por culpa de una casualidad. Toda este esquema clásico se mezcla con toques tarantinianos, con una violencia visceral y con ciertas influencias comentadas que dotan a la película de un aire diferente logrando subir el nivel global.
Bickle
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow